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domingo, 12 de febrero de 2012

El servicio militar ¿una política viable para reducir la criminalidad?


El debate sobre alternativas para combatir el crimen puede llevar a sugerencias poco viables, caras o incluso que lo incrementen. Tal es el caso del servicio militar remunerado. El debate ha sido abordado en distintos países durante los últimos años. Por ejemplo, en 2005 después de los primeras revueltas callejeras que tuvieron lugar en París por parte principalmente de jóvenes desocupados, el presidente Jacques Chirac propuso un "servicio civil voluntario" para reclutar 50,000. En su mayoría eran hijos o nietos de inmigrantes quienes, según Chirac tenían una "crisis espiritual, una crisis de orientación y una crisis de identidad”. En 2007, el ministro del trabajo de Sudáfrica propuso implementar el servicio militar obligatorio para reducir los niveles de criminalidad en las principales ciudades de ese país. En Argentina y Perú hoy en día se debate volver a implementar el servicio militar con objeto de reducir la violencia y los niveles de criminalidad en Buenos Aires y Lima, respectivamente. Incluso en México, el gobernador de Chihuahua, César Duarte propuso en 2011 que los llamados “ninis” pudieran prestar servicio militar permanente y remunerado.
La idea detrás de estas propuestas es que la delincuencia disminuiría con una mayor participación de los jóvenes educados bajo la disciplina castrense.  Asimismo, el trabajo realizado durante su servicio en zonas de alta marginación mejoraría las condiciones de vida de quienes viven en esas zonas y con ello se reduciría la incidencia delictiva.
Estos elementos  teóricamente “positivos” contrastan con otros “negativos” señalados por Sebastián Galiani, Martín Rossi y Ernesto Schargrodsky en el documento “Conscription and Crime: Evidence from the Argentine Draft Lotery”. De acuerdo a estos autores, el reclutamiento puede afectar el  comportamiento de los jóvenes en sentido contrario al esperado. Apuntan varias razones para ello: en primer lugar, al retrasar la entrada de los hombres jóvenes al mercado laboral, el reclutamiento puede reducir sus oportunidades futuras de empleo y aumentar así la probabilidad que se dediquen a actividades criminales al terminar su servicio. En segundo lugar, el servicio militar brinda capacitación en el uso de armas, lo que se traduce en una reducción del costo de entrenamiento para el uso futuro de éstas. Finalmente, Galiani y coautores señalan que el ambiente de los conscriptos es proclive a reacciones violentas y a la selección  para la formación de bandas en el futuro.
La existencia de efectos “positivos” y “negativos” hace imprescindible encontrar evidencia para determinar cuáles de ellos son los que tienen mayores efectos. Para ello, los autores utilizan el caso argentino. Identificar el efecto causal del servicio militar en la delincuencia requiere utilizar una variable que afecte la participación en el servicio militar, pero no a la delincuencia a través de otros mecanismos. El servicio militar argentino permiten tener esta variable, pues para su implementación se realizó sorteo asignó entre los varones jóvenes basado en los tres últimos números de su documento nacional de identidad. Los autores utilizan esta asignación aleatoria para identificar el efecto causal de servicio militar obligatorio en la probabilidad de desarrollar posteriormente un registro de antecedentes penales.
Galiani y coautores utilizan una base de datos administrativos que incluye la elegibilidad, participación real en el servicio militar, y los antecedentes penales para las generaciones de varones nacidos entre 1958 y 1962. De acuerdo con sus resultados, la participación militar aumenta la probabilidad de desarrollar un registro de antecedentes penales posteriores, en especial para los delitos contra la propiedad y delitos de cuello blanco. También encuentran que el reclutamiento tiene efectos perjudiciales sobre el rendimiento futuro en el mercado de trabajo. Sus resultados también muestran que el efecto de la conscripción en el comportamiento criminal es más grande para los reclutas que participaron en la Guerra de Malvinas. Es decir, los efectos sobre la delincuencia son positivos y significativos tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra. En resumen, los resultados muestran que la conscripción militar no reduce el comportamiento delictivo, e incluso puede llegar a incrementarlo.
Los problemas de política pública no tienen atajos y requieren cambios estructurales. Los resultados de Galiani y coautores muestran que pensar en salidas rápidas y fáciles para reducir la criminalidad pueden acrecentar el problema. La mejora de las oportunidades laborales y mejoramiento de la policía son las opciones de política pública más viables, aunque ello implique tiempo y recursos.

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