Dada la relevancia que tiene el tema de la
informalidad, haremos una revisión de la escasa evidencia con la que se cuenta
para el caso mexicano. Esta semana y la siguiente haremos referencia a varios
trabajos recientes sobre la indecencia de las políticas públicas en este tipo
de empleo.
En cuanto al tema de los incentivos para aumentar la
la formalización de micro-negocios informales, hace algunos días Miriam Bruhn
publicó el artículo “A
Tale of Two Species Revisiting the Effect of Registration Reform on Informal Business
Owners in Mexico”, documento de investigación del Banco Mundial.
Bruhn analiza los argumentos que se han utilizado para explicar la informalidad.
Por un lado, el argumento Hernando de Soto en cuanto a que la informalidad
tiene su origen en la regulación. A los propietarios de negocios informales les
resulta muy costoso llevar a cabo procedimientos iniciales para la obtención de
una licencia y los costos de mantenimiento, tales como impuestos y contribuciones
a la seguridad social. Por otro lado, existe un enfoque diferente en el cual la
informalidad es la opción que utilizan las personas para mantenerse mientras
encuentran un trabajo formal. Tokman es quien escribió sobre el tema.
Bruhn explica que la evidencia empírica muestra conclusiones
contradictorias. Por ejemplo, La Porta y Shleifer (2008 y 2011) encuentran
evidencia del primer enfoque, mientras que Maloney (1999 y 2004) encuentra
evidencia del segundo. Bruhn señala que la última evidencia puede apunta a que
las empresas informales son heterogéneas y que una combinación de ambos puntos
de vista puede ser correcto. Según muestran datos del Encuesta Mundial de
Empresas del Banco Mundial, en las empresas informales en Madagascar, Costa de
Marfil, y Mauricio, el 62 por ciento de los propietarios de negocios comenzaron
su empresa para aprovechar una oportunidad de negocio, mientras que el resto
dice que no fueron capaces de encontrar un trabajo satisfactorio en otro lugar.
Para el caso específico de México, Bruhn analiza la
implementación del Sistema
de Apertura Rápida de Empresas (SARE) para identificar la composición de
estos dos grupos. Este sistema fue
implementado por el gobierno federal mexicano y entró en vigor el 1 de marzo de
2002. El sistema simplifica los procedimientos locales de registro de empresas.
El objetivo de Bruhn es proporcionar evidencia acerca de la existencia de dos
especies diferentes de los propietarios de negocios informales. La reforma se
llevó a cabo el registro de empresas en municipios diferentes en momentos
diferentes, ofreciendo una estrategia de estimación para la identificación de
sus efectos sobre la creación de empresas formales y el empleo. En trabajos
anteriores, la investigadora muestra que
la reforma aumentó el número de propietarios de negocios registrados y también
creó puestos de trabajo adicionales. Este efecto se debió principalmente a los
nuevos negocios que se crearon, mientras que los propietarios de negocios
informales que existían antes de la reforma no fueron más propensos a registrar
su negocio. Es decir, el efecto del programa se debió fundamentalmente a los
emprendedores con poca experiencia en el manejo administrativos de empresas.
El documento de Bruhn sigue el enfoque McKenzie y
utiliza un el análisis discriminante basado en características personales de
los propietarios de negocios informales para separarlos de acuerdo a su
potencial para convertirse en propietarios de negocios formales. Este análisis
clasifica la mitad de los propietarios de negocios informales como trabajadores
asalariados y la otra mitad como dueños de negocios informales.
Según esta clasificación, tras la implementación del SARE, los propietarios de negocios informales de tipo negocio familiar son 14,3 por
ciento más propensos a registrar su negocio. Por el otro lado, los negocios informales con asalariados tienen menos probabilidades de
convertirse en propietarios formales de negocios después de la reforma. Esto
explica la composición del efecto neto de la reforma para el conjunto de todos
los propietarios de negocios informales en su conjunto. En decir, los resultados muestran que sector informal está compuesto por diferentes tipos de
propietarios de negocios. Algunos operan de manera informal debido a la
estricta regulación y simplificar la reglamentación puede atraer a registrar su
negocio. El otro tipo son aquellos que llevan a cabo la administración de
empresas informales, mientras que están buscando un trabajo y pasar a ser
asalariados.
Los resultados de este artículo apoyarían la
hipótesis respecto de que la baja productividad agregada en los países en
desarrollo se debe, en parte, a la mala asignación de recursos entre empresas y
que la normativa vigente. La reforma del registro de empresas permitiría a los
individuos una mejor suerte en todas las ocupaciones, promoviendo así la
reasignación de los recursos y, potencialmente, incrementar la productividad. Es
decir, es posible mejorar la asignación de recursos en la economía con mayor
formalización de las empresas.
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